RESTOS ÓSEOS Y MALACOFAUNA
Se han documentado un total de 53 restos que se corresponden con entre 3 y 4 individuos de vaca, uno de cerdo y otro de conejo. Del cerdo se conserva un M3 (tercer molar de la serie mandibular) y del conejo un diente. Los elementos de vaca que han aparecido son principalmente elementos craneales y dientes. La intensa alteración química que presentan algunas de estas piezas, así como algunos elementos indeterminados, sugieren la intensa actividad postdeposicional que puede haber propiciado la desaparición de otros huesos menos resistentes.
En total, cuarenta y cinco corresponden a vaca doméstica (Bos taurus). El análisis de sus restos ha permitido calcular un número mínimo de 3 y máximo de 4 individuos de esta especie. Se trataría de una vaca doméstica de pequeña talla comparable a las de otros yacimientos protohistóricos de la Península Ibérica.
Por lo que se refiere al único resto de suido, un germen de molar (M3 inferior izquierdo) permite asimilarlo por su talla a un pequeño cerdo doméstico antes que al jabalí (Soto y Sesé Benito 2000).
Es también interesante destacar que la mayoría de estos restos se encontraron en las cuadrículas B-7 y C-7 precisamente en la zona que hemos considerado como metalúrgica. Esto nos lleva a pensar que esta zona sería utilizada posiblemente, entre otras funciones, como una zona de despiece de animales.
El conjunto óseo de San Cuis se diferencia de la fauna de otros conjuntos por el hecho de que prácticamente está plenamente dominada por vaca. Si bien los datos faunísticos para la mayor parte de los asentamientos de la Edad del Hierro son escasos, a grandes rasgos, se señala la presencia de ovicápridos, cerdos, caballos y vacas.
La muestra ósea de San Chuis presenta por lo tanto una absoluta hegemonía del ganado vacuno. Sin embargo, esta elevada representación porcentual, junto con el hecho de que sólo se hayan conservado piezas dentarias, además de la naturaleza ácida del terreno y de algunas alteraciones corrosivas que presentan los huesos, permite pensar que probablemente sí existirían restos de otros animales que quizás hayan desaparecido.
Lo que sí es posible afirmar es la gran importancia que debió tener la vaca en la economía ganadera de las sociedades de la segunda edad del Hierro en Asturias (Yravedra Sainz 2004).
En otro orden de cosas y por lo que se refiere a la malacofauna, tenemos muy pocos restos de los que hablar: dos fragmentos de caracol, uno hallado en la cuadrícula B-7 y otro en la C-7.
BONE REMAINS AND MALACOFAUNA
The different excavations in San Chuis hillfort have also provided fauna skeletal remains. A total of 53 remains have been documented belonging to 3 or 4 individuals of cow, 1 of pig and 1 of rabbit. A (third molar of the mandibular series) of the pig and a tooth of the rabbit are preserved. The cow elements that have appeared are mainly cranial elements and teeth. The intense chemical alteration of some of these pieces, as well as some indeterminate elements, suggest the intense post-depositional activity that may have led to the disappearance of other less resistant bones.
In all, forty-five are of domestic cow (Bos taurus). The analysis of their remains has allowed to calculate a minimum number of 3 and maximum of 4 individuals of this species. It would be a domestic cow of small size comparable to those of other protohistoric sites of the Iberian Peninsula. We can see the size relation between the protohistoric cow, smaller, and the current one in Figure 1 (Soto y Sesé Benito 2000). A representation of the remains of Bos Taurus found in San Chuis can be seen in Figure 2 (Soto y Sesé Benito 2000).
With regards to the only fragment of primitive wild boar, a molar germ (lower left), its size allows us to assimilate it to a small domestic pig better than to the wild boar.
It is also very interesting to note that most of these fauna skeletal remains were found in grids B-7 and C-7 precisely in the area that has been considered as a metallurgical zone (Figure 3). This leads us to think that this area would possibly be used, among other functions, as an animal cutting area.
The bone set of San Chuis differs from others due to the fact that it is fully dominated by cow bone remains. Although the faunistic data for most settlements of the Iron Age are scarce, in general, the presence of ovicapridae, pigs, horses and cows is noted.
Although the bone samples of San Chuis show an absolute hegemony of beef cattle, this high percentage representation, together with the fact that only dental pieces have been preserved, besides the acidic nature of the terrain and some corrosive alterations that bones present, allows us to think that there would probably be remains of other animals that may have disappeared.
What it is possible to affirm, given the percentage of remains found in the mentioned hillforts, is the great importance that the cow should have in the livestock economy of the Second Iron Age societies in Asturias (Yravedra Sainz 2004).
In another order of things and concerning the malacofauna, we have very few remains to talk about: two fragments of snail, one found in grid B-7 and one in C-7.
REFERENCES
Soto, E. and Sese Benito, C. 2000. Restos faunísticos del castro de San Chuis San Martín de Beduledo, Allande, Asturias. Museo Nacional de Ciencias Naturales, C.S.I.C., Departamento de Paleobiología.
Yravedra Sainz, J. 2004. Nuevas valoraciones sobre la Zooarqueología de San Chuis. Unpublished report.
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